¡Suaves y esponjosos una delicia de tejidos!
En parte gracias a comprar y vender además de intercambiar con conocidas del mundo del porteo, hemos podido probar muchas variedades de estos fulares antes conocidos como “indios”.
Les cambiaron el nombre por que al parecer hubo polémica con el denominativo de “los indios” y una supuesta apropiación cultural, desde luego es algo que no entenderé, el porqué tan ofensivo llamar así a una preciosidad de tejidos como son estos.
Más recomendados para portear a bebés pequeños o recién nacidos por que en su mayoría son de bajo gramaje y muy suaves, aunque no he probado toda la variedad y me consta que hay algunos con gramaje alto que hacen que portear a bebés pesados no sea del todo incómodo.
Nosotros tenemos una bandolera cortesía de Miry Parra que es sorprendente porque hasta que Daniela no ha alcanzado más o menos los ocho kilos y a pesar de que mi espalda no esta en su momento de gloria, hasta ahora he estado cómoda por horas, y aún me salva de más de una situación en la que necesito portear durante poco tiempo.
Su dibujo los hace esponjosos y elásticos; también un poco delicados y si no tenemos cuidado podemos engancharnos con cualquier cosa y sacarles un hilo o romperlos, se pueden intentar arreglar pero me parece que es un punto negativo si solemos llevar muchas pulseras, collares o cremalleras.
Para verano resultan una delicia por que son muy transpirables y suaves en contacto con nuestra piel.
Entiendo que por su precio no atraerán a todo el mundo, aunque en el mundo de segunda mano podemos encontrarlos también y a veces en menor precio que de inicio.
Pero sin duda os invito a probarlos, eso si ¡os advierto que podéis enamoraros de ellos! Incluso si en foto no os gustaban mucho, sus patrones son tan bonitos y hay tantas combinaciones de colores que ¡es difícil que no te guste alguno!
¡Gracias por leer!